Privacidad

La privacidad digital es un tema muy debatido y controversial, pero muy relevante en la época en que vivimos. No tengo nada que esconder, pero tampoco me gusta saber que otras personas pueden ver mis archivos y leer mis conversaciones. Tampoco quiero sonar paranoico, pero siento que a este paso algunas cosas del mundo que describe Orwell en 1982 están más cerca de lo que muchos se imaginan.

El internet y, más específicamente, los servicios en la nube nos maleducaron como sociedad al darnos acceso a servicios “gratuitos” que nos facilitan la vida. Donde antes teníamos que comprar software para instalar en un computador, ahora solo escribimos una URL en el navegador y tenemos acceso a herramientas equivalentes que no nos valen nada.

El ejemplo que más claramente explica esto es Google Docs. Antes teníamos que ir a una tienda, comprar Microsoft Office, llegar a la casa e instalarlo en el PC. Ahora solo vamos a una página web en nuestro navegador y podemos hacer lo mismo que antes hacíamos en office sin invertir en dinero ni tiempo.

Nos acostumbramos a no pagar y a esperar encontrar un servicio para todo que podamos usar gratuitamente. El problema es que no es del todo gratis, estamos pagando con privacidad. Aunque en muchos casos no son específicamente personas que saben lo que hacemos y leen nuestras conversaciones, sí vemos como la publicidad refleja lo que hacemos en línea.

No solo esto, pero un gran parte de los servicios que usamos en el día a día están en servidores físicos en Estados Unidos, donde la privacidad se está perdiendo cada vez más por los programas del gobierno que supuestamente son para aumentar la seguridad.

Es difícil de probar si realmente son útiles para su supuesto objetivo, pero yo creo que no.

De todas formas, que un gobierno espíe a sus ciudadanos prometiendo seguridad, es debatible. Pero lo que definitivamente no está bien es que empresas como Google y Facebook sepan todo lo que hacemos en internet, incluso después de cambiar de página y, en algunos casos, hasta después de cerrar sesión.

Pero al final no es culpa de ellos, es culpa nuestra. Nosotros decidimos usar esos servicios porque ver que los podemos usar sin pagar con dinero es muy atractivo.

Como todo lo que escribo, no espero que todos piensen igual que yo. Pero por mi privacidad, estoy dejando a un lado la conveniencia en muchos casos y cambiando la forma en la que hago cosas en internet. Si quieren saber un poco más sobre qué se puede hacer al respecto privacytools-es es una buena fuente de información.