Dejar ir

Las posesiones materiales nos han costado dinero y por eso es difícil dejarlas ir cuando vemos que todavía podrían ser útiles, aunque no las usemos frecuentemente. No tienen una fecha de vencimiento entonces nos cuesta deshacernos de ellas.

Lo que muchas veces no vemos es que el único costó no fue el dinero para adquirirlas. Para guardarlas estamos pagando con el espacio que ocupan en nuestros hogares; con el tiempo que necesitamos para limpiar y organizar esos espacios; y algunas veces con la presión de que deberíamos darle un uso, para que valga la pena la compra.

Guardar cosas pensando en “por si acaso” la llego a necesitar algún día hipotético en el futuro es un error.

Y cada día que pasa esos objetos pierden más valor hasta el punto en que el valor es negativo. En vez de valer algo, solo tienen costos asociados.

Las cosas que alguna tuvieron valor en nuestras vidas no siempre lo van a tener. Tenemos que estar dispuestos a dejarlas ir y quedarnos solo con lo que realmente tiene valor actualmente para nosotros.