Críticas

Hoy en día estamos expuestos a recibir más críticas porque ahora estamos expuestos a más personas gracias al internet. Aunque es importante diferenciar entre críticas que buscan ayudarnos y las que son simplemente por criticar, las dos nos pueden hacer sentir incómodos y generarnos diferentes emociones negativas. Pero hay formas de estar preparado para recibirlas y volverlas algo positivo para nosotros y no algo perjudicial.

La palabra “crítica” normalmente se asocia con algo negativo. Cuando queremos compartir nuestra opinión buscando algo positivo, tenemos que agregar un adjetivo para diferenciar nuestra intención y decimos que es una “crítica constructiva”. Pero aquí no voy a las voy a diferenciar porque creo que lo que digo aplica tanto para las constructivas como para las que no tienen esta intención.

Una de las cosas asociadas a tener conciencia de sí mismo, a la auto-conciencia, es saber cuáles son nuestras debilidades. Si una crítica está relacionada con alguna de estas, podemos tomar el comentario como un recordatorio de lo que ya sabemos y de que necesitamos trabajar en la debilidad para mejorar. Esto nos ayuda a ver las cosas desde un punto de vista positivo y nos evita estar a la defensiva con la persona que nos criticó.

No solo eso, pero si estamos abiertos a aumentar nuestra conciencia sobre nosotros mismos, cuando nos hacen una crítica que no habíamos identificado, vamos a estar mucho más abiertos a evaluarla para decidir si hay algo más por mejorar que no habíamos visto antes.

No todas las críticas se pueden dividir entre “ya sabía que tengo que mejorar eso” y “no sabía que tenía que mejorar eso”. Muchas veces van a otra categoría que es “no sabía que eso se podía percibir así”. Es normal que otras personas perciban algo que hicimos de una manera que nunca nos hubiéramos imaginado. A veces es importante darnos cuenta de esto para ver si esa percepción puede tener consecuencias relevantes para nosotros. Si vemos que sí, debemos ver cómo más podemos actuar para lograr lo que queríamos pero haciendo que los demás lo perciban con la intención que tenemos.

Nuestras relaciones con los demás son importantes y pueden tener un gran impacto sobre nosotros. Simplemente porque alguien no vio nuestra intención detrás de algo, no quiere decir que no nos tenga que importar. Si eso puede afectar nuestra relación, podemos ser críticos en cómo lo estamos haciendo y ver si hay una forma de hacerlo diferente para que la percepción de los demás cambie, sin que nuestro resultado se afecte.

También hay muchas cosas que no van a ser importante cómo las perciban los demás. Cada quien puede tener sus opiniones. Lo importante es lo que nosotros hacemos con ellas cuando nos las comparten. Eso va de la mano con el punto anterior: si esa percepción no nos afecta, podemos seguir haciendo lo mismo de la misma manera y simplemente descartar la crítica que recibimos.

Llevo dos días pensando en todo esto porque el viernes me compartieron los resultados de mi evaluación trimestral en el trabajo. Mi puntaje más bajo estaba relacionado con mi relacionamiento con los demás y tuve una conversación muy interesante con mi jefe, que se basó en identificar mis debilidades en ámbitos sociales. Es irónico haber hablado antes de la importancia de las relaciones con los demás y que ahora sé que es algo en lo que estoy fallando. Pero dejemos ese tema para otro momento.

Los que me conocen se deben imaginar lo difícil que debió haber sido para mí recibir esa retroalimentación. Normalmente me tomo este tipo de cosas a mal y me afectan más de lo debido. Pero queridos conocidos, para su sorpresa (y la mía también), fue todo lo contrario. Salí muy motivado a mejorar algo que siempre me había costado aceptar.

Tengo que decir que la forma como me dieron la retroalimentación ayudó mucho. Fue una conversación muy constructiva y llena de ideas de cómo puedo mejorar. Pero sé que eso no fue lo que hizo toda la diferencia, porque he tenido este tipo de conversciones antes y he salido desmotivado y hasta deprimido de este tipo de reuniones.

Me di cuenta que mi motivación y buena actitud venían de saber desde antes que eso era algo en lo que debía mejorar, venían de mi auto-conciencia. A pesar de no creer que fuera tan perceptible e importante en mi trabajo acá, es una debilidad de que la soy consciente que tengo desde hace años.


Paréntesis: aclaro que no soy una persona socialmente rara ni nada por el estilo. Simplemente no me siento cómodo interactuando mucho con personas que acabo de conocer y con las que no tengo confianza. En mi trabajo regular nunca había sido un problema, pero en este momento estoy trabajando como interno en la oficina de un cliente en otro país y hay muchos factores que han dificultado el relacionamiento: desde el idioma y las diferencias culturales, hasta el hecho de que las personas que me rodean son clientes y debo mantener ciertas distancias.


Saber que eso era así, que yo he sido así hasta ahora (espero empezar a mejorarlo muy pronto) me ayudó a tomar la conversación como algo completamente constructivo y útil para mí. La vi como un recordatorio de que debo mejorar en eso; como un espacio para recibir consejos de cómo podría hacerlo; y como un estímulo para hacerlo, porque sé que está afectando mi trabajo y que es algo en lo que puedo trabajar.

Pensar en todo esto me ha servido para encontrar muchas formas en las que puedo mejorar. Muchas acciones concretas que puedo tomar desde mañana para cambiar esta realidad. Pero más importante, me ha ayudado a darme cuenta de la importancia de conocer mis propias debilidades y de aceptarlas. Aceptarlas no en el sentido de “así soy yo y punto” pero aceptarlas en el sentido de “así he sido, ¿cómo puedo mejorar?”. Y para mí de eso se trata la vida, de progreso, de aprender y mejorar para ser más feliz.

En resumen, todos recibimos críticas que pueden venir de personas con buenas intenciones, con malas intensiones o simplemente de comentarios que alguien hizo sin ya intención específica. Sin importar esto, debemos tener una gran conciencia de nosotros mismos. Así podremos decidir si el comentario es valioso o no, en vez de dejarnos afectar negativamente por lo que se dijo sin generar ningún valor. Si sabemos cuáles son nuestras debilidades y alguien las resalta, tenemos el poder de que esto nos sirva como motivación y como el inicio de una conversación de cómo podemos mejorar. Con una gran auto-conciencia podemos enfocarnos en lo que podemos hacer sin perder energía en reacciones que no van a generar nada bueno para nosotros, ni para nuestra relación con la persona que nos criticó.